sábado, febrero 11, 2012

Ante a nova publicada no Xornal La Voz de Galicia sobre a criminalización do VIH e un sin fin de despropósitos científicos, consideramos que o tratamento da nova é sensacionalista, confunde á opinión pública e estigmatiza ás persoas con VIH


Este xoves  9 de febreiro leimos na versión dixital do xonral "La Voz de Galicia" unha noticia baixo o título “La Fiscalía imputa a un vigués por no decirle a su novia que él tenía el VIH”, que causounos preocupación e indignación por partes iguais.

Preme aquí para ver a nova no xornal La Voz de Galicia

Tentaremos desgranar a noticia e ir argumentando, punto por punto, os motivos da nosa preocupación e indignación:

LVG: texto literal publicado no xornal "La Voz de Galicia"
Lazos: Comentarios e argumentos esgrimos pola Asociación Lazos Pro Solidariedade-Comité antisida de Ferrol
Titular LVG: "La Fiscalía imputa a un vigués por no decirle a su novia que él tenía el VIH"
Lazos: Vaia por diante que estamos analizando unha noticia e non a instrucción xurídica, coa que non contamos e,  por consiguiente,  non podemos analizar.
Lazos: O Títular é claramente irresponsable. A prevención sexual do VIH ha de ser  compartida (corresponsabilidade). Delegar a responsabilidade da prevención,  nas persoas con VIH é expoñerse, non só a contraer o VIH, se non a calquer outra enfermidade ou infección, que comparta a mesma vía de transmisión. Ademáis, non tóda-las persoas con VIH, saben que padecen a infección (Ministerio de Sanidade, Servicios Sociais e Igualdade na súa páxina web (sic) " Se estima que entre 120.000 y 150.000 personas viven con la infección por el VIH en España, y una cuarta parte de ellas aún no lo sabe". Fonte: Preme aquí).  Por outra banda,  unha persoa está protexida por lei podendo ocultarlle, á  súa parella sexual,   o seu estado de saúde.  Incluida a infección polo VIH,  mentres non busque, de forma intencionada, causar  dano (dolo). Neste suposto o código penal xa ten establecido as penas derivadas do delito ou falta, que se probe.
LVG:"La mujer denunció malos tratos y luego se enteró de que su expareja era seropositiva y la puso en riesgo de contagio"
Lazos:  Na entradiña fala dunha denuncia de malos tratos sufridas pola súa exparella, dato per se  o suficientemente relevante  e sensible, dado o número de mortes que se suceden cada ano, derivados desta lacra. Mezclar ambas informcións estigmatiza ás persoas con VIH e os sitúa como criminales. Un maltratador, no caso de sere demostrado , é un maltratador, teña ou non VIH. Nesta mesma entradiña , se resalta que a súa parella é seropositivo e que a puxo en risco de "contaxio". Dándolle este tinte á noticia se confunde á opinión pública  xa que, da noticia publicada neste xornal, non se desprende que a  muller fose infectada polo VIH, por parte da súa parella.  
LVG: "Mantuvieron relaciones sexuales durante dos años, pero el hombre nunca encontró el momento adecuado para informar a su novia de que él era seropositivo y tenía el VIH."
 Lazos:  O  grao de estigmatización e rexeitamento  existente hacia as persoas afectadas pola infección,  ten importantes repercusións tanto sobre a saúde pública como sobre a saúde individual das personas afectadas. No que á saúde pública se refire, o medo ao rexeitamento social fomenta a ocultación da infección e esta ocultación dificulta o diagnóstico e o  tratamento, facendo ademáis que,
en moitas ocasións, continúen as prácticas de riesgo
(van Brakel, 2006). Pola súa  parte e no plano individual,  o  prexuizo e a discriminación ten graves implicacións  na saúde sicolóxica das persoas afectadas dificultando o afrontamiento físico e psicosocial do proceso de saúde (Fuster, Mª J. 2010. Creencias y actitudes de la población Española hacia las personas con VIH).

 LVG: ...." La mujer, tras la ruptura, se llevó un susto en la primera prueba a la que se sometió y debió seguir un tratamiento contra la enfermedad cada seis meses durante dos años hasta que los forenses certificaron que estaba limpia de la infección vírica. 
El asunto saltó a la luz en el 2008, pero requirió tres años de investigaciones y pruebas médicas para confirmar si hubo  o no contagio de sida. La Fiscalía solo habla, de momento, de que la mujer contrajo un «riesgo» para su salud y que su entonces novio la puso en peligro. Pronto decidirá de qué acusa al imputado y cuántos años de cárcel pide para él.
Todo empezó en el 2008, cuando la mujer presentó una denuncia por malos tratos contra su pareja en el juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Vigo. Rompieron con dos años de relaciones y entonces llegó a oídos de la mujer, por conversaciones en la calle, que su excompañero sentimental tenía el sida, algo que ella ignoraba. Inmediatamente, alertó al juzgado.
La mujer fue sometida a una prueba médica para detectar la presencia del síndrome de inmunodeficiencia en su organismo y, según fuentes jurídicas, dio positivo. Durante los siguientes años, siguió un tratamiento y realizó un análisis cada seis meses, cuyos datos fueron remitidos al juzgado. La mayoría de los test dieron negativo y, a día de hoy, los forenses creen que está libre de la infección.
El juzgado vigués de Violencia sobre la Mujer dio por concluida la instrucción del caso hace unos días y ha pedido a la Fiscalía que redacte su escrito provisional de calificación, en el que formulará la acusación contra el exnovio. La Fiscalía cree que el hombre debería haber informado a su compañera sentimental de que él padecía una enfermedad contagiosa, cosa que ve probado que no hizo, y la puso en riesgo.

¿Hubo contagio?
Hay un fleco pendiente que tendrán que discutir los peritos en el juicio y es si la mujer llegó a ser contagiada en algún momento de la relación, aunque ahora ya no quede rastro del virus en su organismo.

Fuentes médicas consideran que el VIH es incurable a día de hoy y que, en caso de contagio, difícilmente se curaría el afectado. Solo hay un caso en la historia, el denominado paciente de Berlín, que se curó de la enfermedad en el 2010 porque recibió un trasplante de médula en el 2007 para ser tratado de una leucemia.

  Lazos:  "Las pruebas de diagnóstico del VIH que se emplean habitualmente son tests que miden, mediante un sencillo análisis de sangre o una nuestra en saliva, los anticuerpos que genera el organismo frente al VIH. Generalmente se tarda entre 2 y 8 semanas tras la infección en desarrollar anticuerpos detectables, y casi todas las personas los han generado a los 3 meses de la práctica de riesgo. No obstante, en algunos casos se puede tardar hasta 6 meses: Fuente páx. web do  Ministerio de Sanidade, Servicios Sociais e Igualdade. Preme aquí para ver o enlace da fonte consultada.

Lles pedimos que busquen fontes fiables de información e que non confundan a opinión pública, xa que o VIH non é un asunto de mínima importancia. Lles suxerimos que cando aborden temas de saúde busquen información basada na evidencia científica actual. Polo tanto, pódese afirmar que si unha persoa non presenta anticorpos fronte ao VIH,  pasados 3 meses (periodo ventá) dende a exposición,   ou 6 meses, en casos excepcionais, é que a persoa non está infectada polo VIH.  Non pode ser creible que a muller esperou 3 anos para coñecer si estaba infectada polo VIH ou non. Non dende a obxectividade.
Ante esta nova  REDVIH e activistas de todo o Estado iniciaron una ciberacción que consistía en enviar o comunicado feito por REDVIH ao director do Xornal La Voz de Galicia
Comunicado de REDVIH por mor da nova publicada no Xornal La Voz de Galicia
A la atención del Director de la Voz de Galicia, sr. Xosé Luís Vilela Conde:

Este jueves 9 de febrero hemos leído en la versión digital de su periódico una noticia bajo el título “La Fiscalía imputa a un vigués por no decirle a su novia que él tenía el VIH”, que nos ha causado preocupación e indignación por partes iguales.
En esta pieza se producen varias omisiones e imprecisiones en el vocabulario y en los hechos descritos, que pueden causar confusión y desinformación en los lectores. Para empezar la noticia se centra en el componente sensacionalista que conlleva la denuncia por transmitir el VIH, cuando en el trasfondo hay un caso más global de malos tratos, algo lo suficientemente grave y extendido en nuestra sociedad como para centrar el protagonismo informativo de la noticia. Poniendo el foco en el VIH y el sida colaboramos a señalar una vez más a las personas con VIH como ‘peligrosas’ o ‘culpables’.  Al mismo tiempo, en ningún momento queda claro que las pruebas del VIH son fiables a los tres meses y que si en este momento se dio negativo se puede afirmar con toda seguridad que no existió transmisión (palabra que para ser precisos debería substituir a ‘contagio’). Por último, las explicaciones posteriores respecto al tratamiento resultan absolutamente inverosímiles.
Como ustedes saben el VIH y el sida, todavía 31 años después del primer caso, sigue arrastrando gran cantidad de prejuicios en nuestra sociedad. Cada año las asociaciones recibimos centenares de consultas sobre casos de discriminación hacia personas con VIH.
Aunque entendemos que parte de la confusión puede venir originada por la instrucción del caso al que hacen referencia, todos los actores sociales, y los medios de comunicación especialmente, tenemos la responsabilidad de comunicar de forma clara, veraz y contrastada. El descuido en ello tiene graves consecuencias para las personas afectadas,  al incrementar los prejuicios y el estigma que desemboca en situaciones de discriminación.
Por todo ello le solicitamos que retiren o rectifiquen esta noticia y les ofrecemos nuestro asesoramiento, si lo requieren, para resolver dudas respecto a cuestiones vinculadas al VIH y el sida.
Atentamente,
REDVIH
Sardenya 259, 3º 3ª Barcelona 08013
93 458 49 60 | www.redvih.org

REDVIH es una Red Comunitaria sobre el VIH/sida del Estado español, que con sus activistas y a través de sus proyectos Observatorio de Derechos Humanos y Medios y Sida trabaja para reducir el estigma y la discriminación hacia las personas con VIH. 
 Posicionamento da Asociación Lazos Pro Solidariedade en canto a criminalización da transmisión do  VIH: 
 
A Asociación Lazos Pro Solidariedade subscribe totalmente o Consenso sobre a criminalización da transmisión do VIH ao que chegaron a maior parte das entidades que traballamos no eido dos dereitos humanos e VIH. Dito consenso se estableceu no marco dunha reunión en 2010, convocada polo Observatorio de Dereitos Humanos de REDVIH no marco da xornada “Ética y responsabilidad en latransmisión del VIH: implicaciones jurídicas y de salud pública”.


Como se concluíu na Conferencia Vulnerabilidade e VIH en Europa (Madrid, 2010) organizada pola Secretaría do Plan Nacional da Sida, estamos ante un tema de graves repercusións que reforza a estigmatización: "A criminalización da transmisión do VIH e
das condutas de risco ameaza con levar a epidemia á clandestinidade, o que tería como consecuencia que os grupos máis vulnerables quedasen fora do alcance das actuacións de saúde pública".
 Habitualmente, o argumento para defender a penalización é a protección da poboación fronte ao VIH. Non obstante, se o analizamos, a criminalización da transmisión do VIH dificilmente vai previr novas infeccións e, en cambio, si que pode ter un impacto negativo na saúde pública e nos dereitos humanos.

CONSENSO SOBRE A CRIMINALIZACIÓN DA TRANSMISIÓN DO VIH

A criminalización da transmisión do VIH pola vía do dereito civil, administrativo e/ou penal é contraproducente para a resposta global á epidemia e atenta contra os dereitos humanos.

A penalización da transmisión do VIH non está xustificada, agás en casos moi pouco habituais nos que hai intencionalidade de danar e nos cales as leis xenéricas xa actúan. De todos os xeitos debe evitarse usar estas leis de xeito abusivo, por todas as consecuencias negativas que veremos a continuación, e especialmente cando non haxa un risco significativo de transmisión, a persoa non sabe que ten VIH, revelou o seu estado serolóxico (ou non o fixo por temor a graves consecuencias), tomáronse medidas para reducir o risco ou acordouse previamente o nivel de risco.
 Mentres que non existe evidencia que a penalización reduza a propagación do VIH, si que existen probas doutras estratexias, sexan preventivas, de redución de danos ou de coidados e tratamento, que teñen un impacto positivo. Tal e como defende a teoría do dereito, a vía penal debe ser o último recurso e a resposta ao VIH/sida debe construírse dende as políticas económicas e sociais.

O clima de medo que propicia a criminalización da transmisión do VIH corre o rego de frear os esforzos de prevención.1 Por un lado, pode disuadir de facerse a proba e coñecer o estado serolóxico, e mesmo xerar desconfianza cara aos servizos de súde. Por outro lado, ao cargar a responsabilidade sobre a persoa que vive con VIH existe a posibilidade de crear unha falsa percepción de seguridade, esquecendo que a saúde sexual é unha responsabilidade compartida. Ademais, a persecución legal da transmisión fortalece o estereotipo que a persoas con VIH son perigosas, fenómeno a miúdo multiplicado pola cobertura dos medios de comunicación.

Tampouco podemos deixar de lado que, na aplicación da lei á transmisión do VIH existe unha alta posibilidade de arbitrariedade e de castigar comportamentos inocentes, xa que determinar quen infectou a quen, como e cando representa un desafío científico importante.

Aínda que celebramos que no estado español, de forma acertada, non existe ningunha lei específica que persiga a transmisión, a nivel global as sentenzas son selectivas e arbitrarias e afectan desproporcionadamente ás persoas en maior situación de vulnerabilidade, por cuestión de xénero, orientación sexual, procedencia ou ingresos.

Agás nos casos de persoas que teñan a intención de facer dano, a criminalización de a transmisión do VIH non axuda a frear a epidemia e en cambio empeora a situación actual.

A única forma de asegurar o empoderamiento das persoas para tomar decisións saudables e responsables é garantir os dereitos humanos. Cando os niveis de estigma e discriminación son baixos nunha sociedade, as condicións son máis favorables para que as persoas se senten apacitadas a realizarse a proba, a aplicar medidas preventivas e a optar libremente a revelar o estado serolóxico.

 Para iso debemos esixir aos nosos gobernos que, contando coa comunidade, traballen para protexer os dereitos, modificar actitudes de prexuízo e atender ás necesidades dos grupos máis afectados (traballo sexual, poboación emigrante, mulleres, homosexualidade, prisións, novos) facilitando o acceso a métodos preventivos, de redución de danos, á proba e a coidados, todos eles de probada eficacia. Así mesmo, debemos apelar á responsabilidade de os medios de comunicación e á educación dende todos os ámbitos (incluídos a escola) para promover os dereitos humanos.

Carlos V.

0 comentarios:

Publicar un comentario