Opinión: Reforma laboral, discriminación y cesión de historias clínicas

Reforma laboral, discriminación por VIH y cesión de historias clínicas

Manda carallo!

Las políticas sanitarias están cambiando el sistema de protección de la salud,  tal y como lo entendíamos hasta ahora. Lo público,  ya no es de todas y de todos.  Lo público,  en algunos casos,  pertenece a conglomerados empresariales cuya intención no es otra que,  ganar dinero. Estos conglomerados empresariales los componen aseguradoras y  agrupaciones bancarias, habitualmente.

(http://www.expansion.com/2009/06/16/empresas/seguros/1245183287.html)

Sin embargo no es el ámbito de la salud el único que nos preocupa a las personas con VIH. Una de las políticas que más afectan a las personas con VIH y sida son las que atentan  contra el “absentismo laboral” por motivos de salud. Estas medidas, se recogen  en  la última Reforma Laboral y permiten despedir a un trabajador si falta 9 días, aunque sean de forma intermitente en un período de dos meses consecutivos o, el 25% de días hábiles durante cuatro meses discontinuos en un período de 12 meses (20 días entre cuatro meses cualesquiera). “lo grave es que no importa que estas ausencias sean por motivos médicos justificados. Esta injusta medida supone,  por si misma, un grave atentado hacia la salud de todas las trabajadoras y trabajadores, y una reducción muy importante en los derechos laborales, especialmente en el colectivo de personas con enfermedades crónicas, entre las que se encuentran  las personas con VIH ”.

A este nuevo escenario de recortes en derechos, le tenemos que añadir el anuncio, hoy hecho público (19.06.2013) por la Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dña. Ana Mato,  “que el Ministerio está valorando la necesidad de integrar los sistemas de información de centros no pertenecientes a la red pública en los proyectos de e-Salud”. Es decir, que nuestras historias clínicas se compartirán con los centros sanitarios privados y viceversa.

(http://www.msc.es/gabinete/notasPrensa.do?id=2882)

No doy crédito! Es pronto para poder analizar todas las repercusiones que se pueden presentar,  a partir de la implantación de esta medida, sin embargo, ya se me vienen a la cabeza ciertas dudas:

Los que tenemos tarjeta del sistema público de salud, en mi caso del SERGAS, utilizamos tanto la sanidad privada? , La utilizamos tanto como para que se puedan cometer errores derivados de la falta de información y coordinación,  entre los y las médicos que nos atienden? Para qué entonces quiere un médico de la sanidad privada, información sobre mi historia clínica, si sólo acudo en ocasiones excepcionales y porque soy derivado de la pública, a la cual les remiten el informe?

De las personas que acudimos a la Sanidad Pública, cuántos/as ciudadanos/as alternan sanidad pública y privada?

Vuelvo al principio del artículo. Comentaba que los centros sanitarios privados pertenecen a aseguradoras y a la banca, generalmente. Hablábamos de que sus objetivos (como empresarios o buitres, que son) es tener beneficios. Bien, puedes de ello deduzco que gratis no van a hacer las cosas, y por lo tanto, esa coordinación para la gestión y cesión de las historias clínicas, va a tener un coste.  De qué importe  estamos hablando?

Qué partida presupuestaria y que servicios sanitarios se verían reducidos o eliminados,  para poder implementar esta nueva  medida?

Con qué informe contamos que indique o sugiera que esta medida es necesaria y oportuna en  estos momentos? Como todo en salud, dónde está el estudio de coste eficacia de esta nueva medida?

Como persona que vive con VIH, me preocupa que mis datos sean gestionados por empresas, cuyos propietarios gestionan aseguradoras.  Quién me garantiza a mi, que en el caso de una baja laboral, no saldré perjudicado dada la información privilegiada,  a la que podrán acceder estas aseguradoras?

Resulta que ahora, y llamen como le llamen, todos los hospitales privados serán cofinanciados con el dinero de todas y de todos y también resulta, que a lo que le llaman eficiencia, es pérdida de derechos. Manda Carallo!

Carlos Varela