Francesc Martínez - 05/03/2012. La noticia del día
La Agencia de la Alimentación y el Medicamento  de EE UU (FDA,
 en sus siglas en inglés) ha actualizado las recomendaciones  relativas 
al uso conjunto de antirretrovirales de la familia de los inhibidores  
de la proteasa (IP)
 y fármacos de la familia de las estatinas (utilizados para  reducir los
 niveles de colesterol). La interacción también puede tener lugar  entre
 las estatinas y los inhibidores de la proteasa del virus de la hepatitis  C (VHC), familia de medicamentos a la que pertenecen los recientemente aprobados  boceprevir (Victrelis®) y telaprevir (Incivo®).
La  razón de tales cambios radica en que la  toma conjunta de fármacos de ambas familias puede incrementar los niveles de las estatinas hasta alcanzar concentraciones  tóxicas, lo cual podría desembocar en el desarrollo de lesiones  musculares, conocidas médicamente como miopatías. 
Las  miopatías pueden ser de intensidad muy variada, siendo su forma más grave la  rabdomiólisis,
 dolencia que puede desencadenar, en algunos casos, insuficiencia  renal
 aguda y poner en peligro la vida de quienes la padecen.
Estas  interacciones tienen especial repercusión por dos razones: el 
progresivo  envejecimiento de la población con VIH, que hace que 
problemas asociados a la  edad como la hipercolesterolemia tengan una prevalencia
 cada vez mayor; y el  hecho de que, precisamente, un efecto secundario 
de los inhibidores de la  proteasa es el incremento de los niveles de 
lípidos sanguíneos. Las estatinas  se emplean en la práctica clínica 
para reducir la concentración de colesterol  LDL, el llamado “colesterol
 malo”.
Las  recomendaciones establecidas por la   FDA se resumen en la siguiente tabla:
Las  presentes interacciones reducen las opciones terapéuticas para 
tratar la  hipercolesterolemia en personas que viven con VIH y/o VHC y siguen tratamiento  con inhibidores de la proteasa para alguna de las dos infecciones. 
Este  hecho podría poner de relieve, en  este grupo de personas, la importancia  de las acciones no farmacológicas para reducir los niveles de colesterol: dieta  y ejercicio físico.
 Así, dietas bajas en grasas animales y en las que el  aceite de oliva 
tenga un papel relevante han demostrado la capacidad de reducir  los 
niveles de colesterol, del mismo modo que el ejercicio físico aeróbico, 
es  decir, de baja intensidad y prolongado en el tiempo, como la 
natación, el  ciclismo o atletismo de fondo.
   Fuente: Medscape.
Referencia: Comunicado de prensa de la FDA 03/01/2012.
Referencia: Comunicado de prensa de la FDA 03/01/2012.
Estraído de la noticia del día Pincha aquí para ver el enlace original 




 
 

 
  
 
 Entradas
Entradas
 
 

0 comentarios:
Publicar un comentario